El texto que contiene este volumen forma parte de la obra de Stendhal Roma, Nápoles y Florencia, publicada originalmente en 1817, y nos muestra en pocas páginas al Stendhal viajero: su filosofía del viaje inteligente, observadora, sensible, apasionada, destilada en el célebre episodio que él experimenta al salir de la iglesia de Santa Croce de Florencia: “Había alcanzado ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes inspiradas por las bellas artes y los sentimientos apasionados. La vida se había agotado en mí y caminaba temeroso de caerme”. El conocido síndrome de Stendhal, expresión que acuñó la psiquiatra florentina Graziella Margherini, documentado como algo vivido por numerosos visitantes en Florencia, es una noción que trasciende a esa ciudad y concierne a todo viajero sensible.
Stendhal, que vivió en Italia durante siete años, nos muestra aquí su forma de ver ese país que tanto amó. Quizás convenga leer este Síndrome del viajero ante todo como un reconocimiento al Stendhal viajero, que nos enseña una forma de viajar, su particular forma de ver, su mirada siempre inteligente e intensa, su concepción del viaje como observación, diversión, alimento para el alma, como aventura interior, como fuente de pasiones que lo son por la vida. El volumen contiene fotografías de obras de algunos de los artistas más queridos por el autor.