Unas vacaciones en una pequeña isla constituyen el escenario de esta singular novela, un audaz ejercicio literario. Una serie de personajes anónimos rodean al protagonista cuya conciencia es quien nos habla. El perfil de todos ellos permanece difuso, al igual que los hechos, pues es el fluir del pensamiento del protagonista-narrador el único punto de vista al que accede el lector, como ya ocurriera un siglo atrás en la obra de Joyce, cuya técnica narrativa nos recuerda esta obra.
Asistimos así, entre lo onírico y lo real, a las sucesivas seducciones del protagonista, en un relato que utiliza la irrelevancia aparente de lo cotidiano como pretexto para desplegar su pequeño universo humano, dotado de una reflexión filosófica que se cuela entre las rendijas de la conciencia. Seducciones ha obtenido el Premio de Novela Corta MonteLeón 2014.