Tras el éxito de Historias de la Alcarama, Abel Hernández regresa, con El caballo de cartón, a su Sarnago natal, pueblo hoy deshabitado de las Tierras Altas de Soria. Con esa ejemplar sencillez que maravilló a la crítica y a los lectores en Historias de la Alcarama, y que llevó a compararla con la literatura del 98 y de Miguel Delibes. En esta ocasión, el autor retoma un pequeño diario que llevó en su infancia, para hablarnos de su vida en aquel ambiente tan sobrio y tan feliz, el profundo mundo rural de los años 40 del siglo pasado, evocando conenorme fuerza la vida en el pueblo y sus alrededores, sus correrías por la comarca, los animales que le acompañaron, la caza, el paso de las estaciones, las lecturas familiares a la luz del candil, los recuerdos de su heroica madre y de sus compañeros deescuela... El resultado es un libro tan intenso como su precedente, quizás más emotivo, e igualmente apasionante, de aquellos que uno quiere releer nada más terminarlos.