El curioso caso de Benjamin Button (1922),
de F. Scott Fitzgerald (1896-1940), fue considerada por su propio
autor como "la historia más divertida jamás contada" y como "una
de sus historias favoritas". Su argumento lo inspiró Mark Twain,
quien en una ocasión comentó que era una pena que la mejor parte
de la vida se diera al principio y la peor parte al final. Scott
Fitzgerald decidió experimentar el proceso inverso en este relato
fantástico-satírico: Benjamin Button nace con setenta años y misteriosamente
cumple cada vez menos, rejuveneciendo paulatinamente. Scott Fitzgerald,
uno de los grandes clásicos de las letras norteamericanas del
siglo xx, autor de novelas tan emblemáticas como El Gran Gastby
(1925), escribió también numerosos relatos y fue guionista de
cine -trabajó en Hollywood para la Metro-Goldwin-Mayer-. Probablemente
le hubiera complacido ver revivir su obra en la gran producción
cinematográfica que se acaba de hacer a partir de su relato -una
adaptación, eso sí, sumamente libre-.
La versión que aquí se presenta como novela
gráfica se debe a la adaptación del relato hecha por los norteamericanos
Nunzio DeFilippis y Christina Weir, guionistas de cine, televisión
y de cómics, y está ilustrada por Kevin Cornell, reputado autor
de cómics. Se trata de una versión, esta sí, sumamente fiel al
relato original. Es de esperar que permita a aquellos que hayan
disfrutado de la versión cinematográfica de la historia acercarse
al relato original en un formato que no decepcionará a los seguidores
de la obra de Scott Fitzgerald, ya que refleja plenamente la ironía,
la melancolía y el humor del relato de Fitzgerald.