La autora de La señora Dalloway,
una de las más grandes escritoras de la literatura universal,
escribió este cuento para un diario casero editado por sus sobrinos,
que apenas contaban con doce años de edad. El tiempo lo ha convertido
en un clásico. El amplio grupo de admiradores que tiene Woolf
reconocerán en él su capacidad para narrar historias llenas
de guiños al lector, y con un desarrollo que mantiene el suspense
hasta el final. La edición incluye ilustraciones de Concha F.
Montesinos, sobrina de Federico García Lorca.