Premiada con el prestigioso Premio Campiello
(2002), El último vostiaco es
una novela brillante, que oscila entre el drama y la comedia,
y propicia por igual la diversión y la reflexión
del lector. En ella encontramos muchos de los ingredientes de
la obra de Diego Marani: la fluidez de la prosa, el trasfondo
temático, el canto a la belleza de las lenguas y su relación
con mundos que se extinguen. Pero El último vostiaco es
al mismo tiempo una novela de acción, que roza por momentos
el género negro, y en la que lo cómico está
casi siempre presente. Esta combinación de calidad literaria
y originalidad configura un guiño al lector, cuya complicidad
reclama.
La crítica ha
dicho