Carlo Dossi es uno de los autores más innovadores y revolucionarios del siglo XIX italiano, nunca hasta hoy traducido al castellano. En su obra se encuentran huellas de Dante, y se ha dicho que en algún sentido anticipó a Freud y a Svevo. Inspiró a otros autores «rompedores» como Pirandello y Gadda. Fue un revolucionario del lenguaje, del estilo y de los géneros: la mayor parte de sus obras transitan entre el relato, el diario, el ensayo y la novela. Se trata de un autor exquisito, sumamente culto, y sobre todo de una enorme sensibilidad y delicadeza.
Todo ello queda de manifiesto en Amores, obra que Dossi publicó a los 38 años de edad, con la intención de hacer balance de su vida antes de abandonar la literatura —cosa que no llegaría a hacer— y dedicarse por completo a su carrera política y diplomática. En esta deliciosa e inclasificable obra, Dossi nos habla de los amores de su vida: los de su infancia, su adolescencia y su juventud, y entre ellos objetos e imágenes, plantas o animales, y en el centro, claro, las mujeres, en cuya alma Dossi penetra como pocos. Más allá de sus frecuentes juegos linguísticos, reflejados en esta cuidada traducción, este aristócrata de alma refinada despliega en cada capítulo de Amores una alta sensibilidad, una gran inteligencia en el arte de entender y saborear la vida. El lector que siga a Dossi en este recorrido aprenderá a leer mejor su propia vida, y también sus propios amores. Es difícil pedirle más a un libro.